Francisco de Quevedo
¡Ah de la vida! ¿Nadie me responde?
¡Aquí de los antaños que he vivido!
La fortuna mis tiempos ha mordido;
las horas, mi locura las esconde.
Que sin poder saber cómo ni adónde
la salud y la edad se hayan huido.
Falta la vida, asiste lo vivido
y no hay calamidad que no me ronde.
Ayer se fue; mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto:
soy un fue, y un será, y un es cansado.
En el hoy y mañana y ayer, junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto.